En el marco del Día Mundial del Ambiente, el pasado 5 de junio se llevó a cabo el conversatorio “Ciudad, Derecho y Ambiente: Diálogos para un Código Ambiental de la Ciudad de Buenos Aires”, organizado por la Defensoría del Pueblo. El evento reunió a referentes de los tres poderes del Estado, del mundo académico y de organizaciones de la sociedad civil para debatir los lineamientos fundamentales de un Código Ambiental, como lo establece la Constitución de la Ciudad y lo exige una reciente sentencia judicial.
El iCiudad estuvo representado por su directora de Políticas Urbanas y Ambientales, Rosa Aboy, y por el Director Ejecutivo, Santiago Battista, quienes aportaron al diálogo una mirada integral sobre el cruce entre urbanismo y ambiente en la Ciudad de Buenos Aires.
Durante su intervención, Rosa Aboy advirtió sobre la ausencia de una perspectiva ambiental en el diseño urbano actual: “El Plan Urbano Ambiental ya hablaba de la necesidad de contar con un Código Ambiental como base del Código Urbanístico. Sin embargo, se hizo al revés. El Código Urbanístico avanzó sin contemplar el ambiente”.
También remarcó el vaciamiento institucional del área en el organigrama del Gobierno porteño: “Pasamos de tener un Ministerio de Ambiente a ni siquiera contar hoy con una dirección que lo nombre. Cuando el Estado deja de nombrar una política, también deja de asignarle relevancia”.
En ese sentido, Aboy subrayó que la Ciudad cuenta con normativas ambientales sancionadas en diferentes gestiones que, no obstante, no se ponen en práctica, como el caso de la Evaluación Ambiental Estratégica o las disposiciones del antiguo Código de Planeamiento Urbano que exigían un 65% de espacio verde en zonificaciones especiales y distritos UP (Urbanizacion Parque). “Hay una acumulación de leyes urbano-ambientales que luego no se cumplen. Basta ver lo que pasó en el Tiro Federal o el Paseo Gigena”.
Respecto del actual paradigma de mixtura de usos urbanos que reemplazó al antiguo zoning, si bien reconoció sus beneficios, alertó sobre sus consecuencias si no se lo piensa desde el ambiente “En barrios como Nueva Pompeya, hoy conviven viviendas con industrias que emanan sustancias tóxicas. No todo puede tener contigüidad”.
Por último, Aboy remarcó la necesidad de incorporar una mirada metropolitana para abordar temas estructurales como las emisiones del transporte, la gestión del agua, la generación de terreno absorbente para mitigar inundaciones, el tratamiento de residuos o la recuperación del Riachuelo y de la costa del Rio de la Plata “Un Código Ambiental serio tiene que contemplar en la debida escala las problemáticas que exceden los límites de la Ciudad”.
La Ciudad de Buenos Aires enfrenta desafíos críticos en materia ambiental. Como se mencionó en el documento técnico presentado durante el encuentro:
– Sólo cuenta con 6 m² de espacio verde por persona, muy por debajo de la media de otras ciudades europeas y latinoamericanas.
– Las islas de calor aumentaron significativamente por la pérdida de vegetación.
– La calidad del aire presenta contaminantes por encima de los niveles seguros.
– Muchas leyes ambientales no se implementan ni cuentan con presupuesto ni control.
En este contexto, el Código Ambiental aparece no sólo como una deuda institucional, sino como una herramienta imprescindible para garantizar el derecho a un ambiente sano, tal como lo establece el artículo 26 de la Constitución porteña.
El evento contó con la presencia de representantes del ámbito judicial, legislativo, ejecutivo, académico y de la sociedad civil, incluyendo:
- Marcelo López Alfonsín (Camarista en lo Contencioso Administrativo)
- Ricardo Bomparola (Red Argentina de Fiscales Ambientales)
- Alejandro Grillo (Legislador porteño)
- Valeria Mosquera (GCBA)
- Alejandro Martínez (Decano de la FIUBA)
- Santiago Sosa (Exactas UBA), Danilo Carnelos y Micaela Oliván (FAUBA)
- Sustentar, Fundación Alem y FARN. Estuvieron también Rodrigo Rodríguez Tornquist de UNSAM y docentes e investigadores de la Facultad de Agronomia de la UBA.
El evento fue coordinado por Hernán Invernizzi (Defensoría del Pueblo) y la Dra. en Ambiente Gabriela González Trilla y presidido por la Defensora María Rosa Muiños quien, sobre el cierre y retomando lo expresado por iCiudad, remarcó la existencia de normativas ambientales que no se cumplen y algunas que fueron derogadas por otros cuerpos normativos y puso como ejemplo el Código Urbanístico que suprimió la necesidad de contar con terreno absorbente en los centros de manzana que ahora pueden ser impermeabilizados. Finalmente, propuso que la Defensoría se haga cargo de una revisión de toda la normativa ambiental de aplicación en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires como aporte para la elaboración del Código Ambiental y propone dar participación a las comunas en su elaboración.











