Esa fue la conclusión del conversatorio sobre los cursos hídricos porteños organizado por el iCiudad para pensar una mirada urbana sobre la restauración de arroyos en la actual topografía de la Ciudad de Buenos Aires.

El Instituto de Políticas Públicas para Buenos Aires organizó en su sede del centro porteño un conversatorio llamado “Reverdecer la ciudad: la oportunidad de la apertura de ríos urbanos” para indagar la posibilidad de consolidar una ciudad más verde a partir de la recuperación y la jerarquización de sus cauces fluviales.

El panel contó con la presencia de la Arq. Cecilia Alvis, directora del proyecto DES-LIMITES, cuyo objetivo es la limpieza del Riachuelo, e integrante del Colectivo de Arquitectas en Defensa de las Tierras Públicas; y la Lic. Gabriela Trilla, directora nacional de Gestión Ambiental del Agua y los Ecosistemas Acuáticos del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación.

Por parte del i-Ciudad estuvieron Marta Albamonte, presidenta; Luis Duacastella, secretario general y director del área de Seguridad; y Laura Rocha, directora del área de Ambiente y Desarrollo Sostenible, y moderadora del evento.

Entre los principales beneficios que trae la apertura de ríos urbanos están:

  • El aumento de la biodiversidad
  • La protección frente a las inundaciones
  • La reducción del calor urbano
  • La reducción de la contaminación ambiental
  • Y mejoran el paisajismo de la ciudad.

Los datos más destacados surgieron de las experiencias en otras ciudades del mundo, tras un informe elaborado por la Arq. Rosa Aboy (ver acá), como el Río Cheonggyecheon en Corea del Sur, que fue reabierto en 2005 y alivió notablemente el calor en dicha ciudad, o en  Londres, cuando en 2016 el Rochdale restauró el río Roch por primera vez en 100 años, devolviéndolo a la superficie a través de la calle principal aliviando frecuentes inundaciones en comercios de la zona. 

En Buenos Aires existen una propuesta concreta de desenterrar el arroyo Medrano que pasa por debajo del Parque Saavedra y funcionaría como aliviador en una eventual inundación. Una de las cuestiones que se presenta a evaluar en un caso como este es el costo debido a las necesidades más urgentes de las y los porteños aún no atendidas ni resueltas.

La arquitecta Alvis explicó: “Los estados deben elaborar un plan de ordenamiento ambiental que fije los destinos de las tierras antes de ejecutar las grandes obras de saneamiento porque para recuperar las cuencas de nuestro río es necesario tener proyectos que ordenen el territorio y que incluyan a los ríos como lugares de esparcimiento, producción, inversión, reserva de tierras, activos ambientales y vías navegables para el transporte público. Para finalizar, sentenció: “Sin proyecto de ordenamiento territorial vamos a seguir teniendo los ríos contaminados, endeudados y viviendo en la ciudad más desigual de la región, región que debería estar toda organizada por cuencas. El horizonte son nuestros ríos”.

La mayor problemática surge al abordar la problemática de la principal cuenca hídrica que es la de Matanza Riachuelo. “Desde el 2008 fue definida como crisis ambiental por la Corte pero 15 años después las familias siguen sin obtener una solución ambiental y habitacional. Ni siquiera se terminó el camino costero y la contaminación la sufren los más pobres”, sentenció Duacastella.

Por su parte, Trilla comentó: “Desde el punto de vista ambiental, la tendencia mundial es volver a las fuentes, a que cuanto más natural esté un río es mejor: preferimos uno que no esté canalizado, ni soterrado,ni  impermeabilizado porque los ríos que están vivos y albergan vida, y esa vida está ligada directamente a la salud de todo el ecosistema”.

“Es clara la interseccionalidad que tiene el tema ambiente con género, pobreza, vivienda, obra pública, desarrollo urbano y económico. Nuestro desafío es que se pueda visualizar de ese modo ya que muchas veces no notamos lo relacionados que están los temas considerados más urgentes como los índices de pobreza y la inflación con la administración de nuestros recursos naturales”, aseguró Rocha.

Por último, Albamonte reflexionó: “El análisis y evaluación sobre las áreas verdes urbanas y los ríos, y arroyos que atraviesan las grandes ciudades, es parte importante de la agenda ambiental. A su vez, es fundamental reconocer y asumir definitivamente que el tema ambiental es transversal a todas las cuestiones de corto y mediano plazo a resolver por las sociedades modernas, tanto en materia de condiciones de vida sociales, sanitarias y económicas, tal como muy claramente pusieron de manifiesto los y las participantes de nuestro conversatorio, a quienes les agradecemos que nos hayan dado la posibilidad de compartir sus saberes y experiencias”.

 

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