Publicado el 3 de julio de 2018

El presidente y la vicepresidenta del Instituto i-ciudad, Juan Manuel Olmos y Silvia La Ruffa, respectivamente, expusieron en el Seminario Regional sobre Derechos Humanos y Seguridad “Un debate sobre el uso de la fuerza y el rol de la justicia”, que se llevó a cabo el pasado 7 y 8 de junio y que contó con la presencia de expertos nacionales e internacionales.

En el encuentro -organizado por la Defensoría del Pueblo de la Ciudad, el Sistema de las Naciones Unidas en Argentina y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos de América del Sur-, se debatió sobre el uso de la fuerza, la prevención del delito, el derecho a la protesta, las intervenciones policiales y la protección de los grupos en situación de vulnerabilidad, entre otros temas.

Olmos, que participó en el panel central “Derechos Humanos y Seguridad. Estándares internacionales sobre el uso de la fuerza”, hizo un análisis exhaustivo sobre la actual situación económica, política y social de la Argentina y señaló que “dado el nivel de conflictividad social que se avizora en el corto plazo, será fundamental encontrar las herramientas necesarias para el sostenimiento de la paz social”.

Dado el nivel de conflictividad social que se avizora en el corto plazo, será fundamental encontrar las herramientas necesarias para el sostenimiento de la paz social”

Además, se refirió al uso de las fuerzas de seguridad y al rol que debe tener la justicia en este contexto. En ese marco, recordó y detalló el fallo de la Jueza Patricia López Vergara y la actuación de la Cámara de Apelaciones porteña, durante las manifestaciones que se produjeron a fines del año pasado cuando el Congreso intentaba sancionar la reforma previsional.

Finalmente, el presidente del i-ciudad pidió al Ministerio de Seguridad y Justicia que “ponga en práctica la Defensoría del Personal de la Policía” para que “junto a las organizaciones sociales y a la Defensoría del Pueblo, trabajen con un objetivo principal: mantener la paz social entre todos los argentinos”.

En el panel, Olmos estuvo acompañado por ex ministro de Seguridad bonaerense, León Arslanián, la rectora del Instituto Superior de Seguridad Pública de la Ciudad, Marcela de Langhe, el secretario de Seguridad porteño, Marcelo D’alessandro y el representante adjunto del Alto Comisionado de Naciones Unidas, Xavier Mena.

Por su parte, La Ruffa moderó el debate sobre “Políticas de formación policial, producción de conocimiento sobre el uso racional de la fuerza y políticas de seguridad”. Allí, afirmó que “la experiencia en la formación policial demuestra que el ser policía no se forma solo en las aulas sino a lo largo de toda la carrera profesional”.

La experiencia en la formación policial demuestra que el ser policía no se forma solo en las aulas sino a lo largo de toda la carrera profesional”.

El Seminario contó con la presencia del Defensor del Pueblo de la Ciudad, Alejandro Amor, el Defensor Adjunto, Gabriel Fuks, el coordinador residente de Naciones Unidas en Argentina, René Mauricio Valdés, la representante de la Universidad Cándido Mendes de Río de Janeiro, Silvia Ramos y el representante del Consejo Federal de Mecanismos Locales en el Comité Nacional para la Prevención de la Tortura, Enrique Font, entre otros.

Artículo publicado el 5 de marzo de 2018

El caso Chocobar [1] volvió a poner en discusión pública a las fuerzas de seguridad y su forma de actuar. Se debe tener en cuenta que el debate se enmarca en la Ley 13.482 y que debe abordar el uso legítimo de la fuerza, la preservación de la vida, los principios de la gradualidad y de la razonabilidad, entre otras cosas.

El artículo 5 de la Ley 13.482 de organización de las Policías de la Provincia de Buenos Aires establece que “las Policías de la Provincia de Buenos Aires actúan, conforme a la Ley, en todo el territorio de la Provincia de Buenos Aires, excepto en los lugares sometidos exclusivamente a la jurisdicción federal o militar“.

Asimismo, la normativa prevé que si la autoridad nacional, militar, Policía Federal u otras fuerzas se encuentran ausentes, “las Policías de la Provincia de Buenos Aires estarán obligadas a intervenir por hechos ocurridos en jurisdicción de aquellas al sólo efecto de prevenir los delitos, asegurar la persona del supuesto autor o conservar las pruebas para ser remitidas a la autoridad competente.

En los casos en los que se persiga a delincuentes o sospechosos de delitos y “se deba penetrar en territorio de otra provincia o jurisdicción nacional, el accionar se ajustará a las normas fijadas por los convenios vigentes y, a falta de ellos, a las reglas de procedimiento en vigor en el lugar y, en su defecto, a los principios y prácticas que determine la reglamentación“.

En este sentido, se puede decir que Luis Chocobar, efectivo de la Policía de Avellaneda, estaba habilitado para actuar en el territorio de la Ciudad de Buenos Aires, lugar donde ocurrió el hecho y se produjeron los disparos contra Juan Pablo Kukoc. Sin embargo, el hecho lo que provoca no es un problema de jurisdicción sino de cómo la sociedad argentina define en su pacto social que el uso de la fuerza es legítimo. Al respecto, la misma Ley establece los principios básicos de actuación de todo integrante de las Policías de la provincia de Buenos Aires. Según el artículo 9, el accionar de las Policías deberá “adecuarse estrictamente al principio de razonabilidad, evitando todo tipo de actuación abusiva, arbitraria o discriminatoria que entrañe violencia física o moral contra las personas así como también al principio de gradualidad” privilegiando siempre “el proceder preventivo y disuasivo antes que el uso de la fuerza y procurando siempre preservar la vida y la libertad de las personas“.

Además, el inciso i del artículo 13 indica que ante el uso de armas de fuego, cuando exista riesgo de afectar la vida humana o su integridad, el policía debe anteponer la preservación de ese bien jurídico al éxito de la actuación o la preservación del bien jurídico propiedad·.

Por su parte, la razonabilidad implica que el uso de la fuerza debe ser acorde al bien jurídico que se quiere proteger. Por ende si lo que se busca preservar es algún bien físico -patrimonio-, el uso de la fuerza debe ser acorde al bien que se quiere proteger. Se debe procurar siempre preservar la vida.

Si lo que se busca preservar es algún bien físico -patrimonio-, el uso de la fuerza debe ser acorde al bien que se quiere proteger. Se debe procurar siempre preservar la vida.

La capacitación policial es la que debe darle conocimientos y criterio a los agentes de policía para determinar si, estando fuera de servicio, conviene o no intervenir ante la comisión de un delito y qué implica el uso razonable y gradual de la fuerza ante el ilícito que se está presenciando.

Por estos motivos, no fue razonable que los policías de la Ciudad respondieran el tiroteo de los asaltantes de una joyería en pleno centro porteño porque pusieron en riesgo a cientos de personas y, de hecho, hirieron a 3 que estaban por la zona. La normativa es clara. Los mismos principios rigen en la Ciudad de Buenos Aires en virtud de la Ley 5.688. Esta ha sido por años el pacto social que selló la sociedad argentina a través de sus representantes.

Sin embargo el actual gobierno, particularmente la Ministra de Seguridad de la Nación, pretende instalar una nueva doctrina en la que el “Leviatán” se coloca por encima de los ciudadanos y puede hacer uso de la fuerza sin atenerse a los principios de razonabilidad y gradualidad promovidos por Naciones Unidas para funcionarios encargados de hacer cumplir la ley.

[1] El 8 de diciembre de 2017 el policía local de Avellaneda Luis Chocobar le disparó vestido de civil a Juan Pablo Kukoc, de 18 años, que corría escapando de espaldas al oficial, luego de robarle junto a otro joven al un turista estadounidense Frak Joseph Wolek, quien había sido gravemente herido. Wolek fue atendido y luego de 20 días dado de alta. Kukoc falleció en el Hospital Argerich. Chocobar fue procesado por el juez que consideró que el oficial que no estaba en servicio practicó homicidio exceso en legítima defensa. El 2 de febrero de 2018, Mauricio Macri recibió al policía junto con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y su par bonaerense, Cristian Ritondo. Allí reconoció su “valentía”, y se fotografió con el procesado.