Artículo publicado de 11 de julio  de 2019

La tasa de desocupación oficialmente comunicada para el 1er trimestre de este año es de 10,7% de la población económicamente activa de la Ciudad de Buenos Aires. Es la más elevada desde el tercer trimestre de 2017 y la más alta de los primeros trimestres desde que inició la actual administración en la Ciudad.

De esta manera, en los primeros tres meses de este año la tasa de desocupación se ubica 2,6 puntos por encima de la registrada en igual período del año anterior.

En el Primer trimestre de este año la desocupación alcanza a más de 186.000 personas, mientras que en el primer trimestre del año pasado eran aproximadamente 135.000.

La rama de actividad que perdió más empleo fue el Comercio que, desde el primer trimestre de 2017 viene registrando una caída de la actividad.

La tasa de desocupación mide el desempleo de la población económicamente activa de un territorio. Es decir, informa  y cuantifica la parte de la población que estando en edad, condiciones y disposición de trabajar, se encuentra sin trabajo.

La tasa de subocupación también muestra un leve pero permanente crecimiento, no sólo en la comparación con el mismo trimestre de otros años, sino también en la medición de todos los trimestres.

La población subocupada estimada en el primer trimestre de 2019 alcanza a 162.000, y viene incrementándose año a año.

La población subocupada refiere a aquella parte de la población económicamente activa que, estando ocupada, trabaja menos de 35 horas semanales por causas involuntarias y buscan aumentar las horas de trabajo, generalmente como consecuencia del deterioro del salario real.

La población subocupada estimada en el primer trimestre de 2019 alcanza a 162.000, y viene incrementándose año a año”.

Un dato a señalar es que la tasa de desocupación de las mujeres es más alta que la de los varones. Es decir, el porcentaje de mujeres que pertenecen al grupo de la población económicamente activa que buscan trabajo sin poder ocuparse es superior en los hombres. El último dato dado a conocer recientemente determina que mientras que la desocupación de los hombres es de 9,4% de la PEA, la de las mujeres es de 12,1%.

A continuación se muestra un gráfico que indica la desocupación por Comunas en el año 2018.

Si bien no hay datos trimestrales por Comuna si se cuenta con información anual por lugar de residencia, para el año 2018, se observa que las comunas 4 y 8 tienen la más alta tasa de desocupación con un valor de 13,6% de la PEA en ambos casos.

Por Marta Albamonte – Publicado el 26 de noviembre de 2018

El proyecto de presupuesto 2019 ya está en la Legislatura porteña para su análisis y debate. Es un proyecto que deberá ejecutarse en un año que presupone por lo menos 6 meses en los que la recesión y la desocupación se acentuarán y en el que, por lo tanto, las necesidades y demandas sociales, se incrementarán.

Contexto macroeconómico

Con 10 meses transcurridos de 2018, la inflación acumulada se acerca al 40%, con una tasa de crecimiento interanual que ronda el 45%. Este dato pone en evidencia que las proyecciones del presupuesto 2019, quedarán subestimadas. En efecto, los cálculos oficiales para 2019 indican que el nivel de precios crecerá aproximadamente 23,0%.

Por su parte, la desocupación, supera el promedio de todo el año 2017, con un 9,4% de desempleo registrado en el tercer trimestre de este año. De este modo puede inferirse que, o no se está considerando el efecto arrastre o se espera una caída en la actividad económica más fuerte del -0,5%, previsto en el proyecto, con recesión, y freno, por esta vía, en el crecimiento de los precios. Esta circunstancia permite inferir cierta inconsistencia en los parámetros macroeconómicos y mayor demanda social hacia el Estado.

Los ingresos como medida del estancamiento económico

Se estima un crecimiento de 26% en los ingresos en relación a lo que se espera percibir en 2018. El Impuesto sobre los Ingresos Brutos, que está relacionado con la actividad económica, se espera que aumente 28% incluidos los planes de facilidades. El Impuesto Inmobiliario y ABL, tendría un 38% más de recaudación a partir de la actualización de los valores constructivos. La composición de los ingresos tributarios es la que se muestra a continuación, a partir de la información oficial presentada en el Mensaje que acompaña al Proyecto de Presupuesto 2019.

Participación porcentual en el cálculo de recursos tributarios – Presupuesto CABA 2019

El gráfico revela que el 80% de los recursos tributarios dependen, en gran medida de la actividad económica. No sólo el Impuesto sobre los Ingresos Brutos que es de recaudación propia, sino también la Coparticipación Federal de Impuestos, que se compone fundamentalmente de lo que el Estado Nacional recauda por IVA, Impuestos internos, Impuesto a las Ganancias. Todos vinculados al movimiento económico.

Si, como todo lo indica, la recesión continuará y se profundizará en los próximos meses, los recursos tributarios podrían verse afectados.

El Gasto Público restringido

En relación al gasto, éste es casi un 30% superior al que se pronostica ejecutar en 2018. En principio, si efectivamente es así, se estaría excediendo el límite establecido por la Ley de Responsabilidad Fiscal, a la cual la Ciudad adhiere. La composición por objeto del gasto es el que se muestra a continuación, sobre datos oficiales del proyecto de ley de presupuesto 2019:

Composición por objeto – Presupuesto CABA 2019

Una característica del proyecto es que el año próximo los recursos asignados a la realización de obras públicas, de cumplirse, será el más bajo de la actual gestión, ubicándose en el 16%.

Es claro que, frente a recursos escasos, con recesión y desocupación creciente, se tendrá que apuntalar los programas que se dirigen a la atención a la demanda social. En este sentido, la función social, prevé un 25% más de ingresos asignados, respecto delo que se prevé ejecutar en 2018. La dimensión de la crisis, dará cuenta si estos recursos serán suficientes.

Por otro lado, la Ciudad deberá asumir a partir de 2019 el traspaso de los subsidios de transporte de colectivos, la tarifa social de agua y de electricidad que se estima podrá estar en el orden de los $4.500 millones.

 

La Deuda requiere más recursos

En este presupuesto, se establece que el 8% aproximadamente de los recursos que se obtengan se destinará al pago de los servicios de la deuda, cuando en 2018 esa relación estará en el orden del 5%. El endeudamiento ha crecido no sólo por nuevos compromisos, sino como efecto de la fuerte devaluación registrada en este año que hace que la deuda en pesos sea mayor.

El stock de deuda, según la información oficial presentada en el proyecto de ley de presupuesto es al 30 de septiembre de 2018, de $106.113 millones, de los cuales el 66% corresponde a deuda en moneda extranjera. En breve se cumplirá con el tratamiento legislativo de este proyecto de ley y se podrá evaluar si las premisas con las que se formuló se plasman en políticas que atiendan las necesidades de la hora.

Artículo publicado el 14 de septiembre de 2018

En pocos días el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, se abocará a la presentación y discusión del próximo Presupuesto para el año 2019. La elaboración del mismo deberá contemplar las variables macroeconómicas que establezca el Proyecto de Ley de Presupuesto Nacional adaptadas a la Ciudad de Buenos Aires.

Entre las particularidades que tendrá que considerar, se encuentra un escenario económico con importantes niveles de inestabilidad:

  • Lejos quedaron las previsiones sobre las variables macroeconómicas elaboradas para la presentación del presupuesto 2018.
  • La estimación inflacionaria prevista y corregida durante este ejercicio fiscal, sigue rompiendo su techo mes a mes. Las proyecciones más optimistas cierran un año 2018 en valores que no bajan del 42% acumulado, lejos del anuncio hecho en diciembre de 2017 por el Ministro Dujovne.: “La meta de inflación para 2018 es de 15%, en 2020 será de 5%”.
  • En estos días el Gobierno Nacional ha estado barajando una pauta inflacionaria para el cálculo del presupuesto 2019 del orden del 23%. Mientras tanto, la variación de precios de este año acumulará alrededor del 42%.
  • El dólar que se estimaba en $20 para fin de año, estará más cerca y quizás por encima de los $40.
  • La expansión interanual del PIB(Producto Interno Bruto) se esperaba que fuera de un 3,5%, sin embargo, el freno al crecimiento que se visualiza a partir de mayo, ha dado por tierra con esa meta y lo más probable es que lo que se verifique al final de este ejercicio sea una caída del PIB del 3%.

A su vez, para el proyecto de ley de presupuesto nacional se estima que no habrá crecimiento de la actividad económica. Esto sitúa a la economía argentina a las puertas de lo que técnicamente se denomina fase recesiva del ciclo económico.

Oficialmente se considera que existe recesión cuando la tasa de variación anual del PIB es negativa durante dos trimestres consecutivos. Esto significa disminución del consumo, de la inversión y de la producción de bienes y servicios, con el consecuente aumento de la desocupación.

La caída del salario real registra un 6% para el trabajo registrado lo que determina en la práctica una licuación de los acuerdos paritarios. Graves errores en los pronósticos o impericia. Cualquiera de las dos opciones lleva a que malos diagnósticos puedan generar malas soluciones. Recesión e inflación resulta en empobrecimiento de la población, con la consecuente profundización de una mayor demanda social.

La experiencia indica que, en momentos de alta inflación con recesión, aun cuando haya una mirada altamente crítica hacia “la política” por parte de una gran porción de la población (escraches, piquetes, “que se vayan todos”), lo que en definitiva termina sucediendo es que se demande Más Estado. Más servicios, más presencia del Estado en sus diversas formas.

El conjunto de estas situaciones, mayor inflación, menos actividad económica con desempleo y, por lo tanto, mayor demanda social, le da al Estado Porteño menor margen de acción para cumplir cualquier intención de reducir y ajustar el gasto público.

A ello hay que sumar que una de las herramientas del Estado Nacional para bajar su déficit fiscal es trasladar a la Ciudad de Buenos Aires la responsabilidad del financiamiento de la tarifa social de aguas y servicios cloacales prestados por AYSA, los subsidios al transporte público de pasajeros y a la tarifa social de las compañías de suministro de servicios eléctricos.

Otras acciones que pretende llevar adelante el Estado Nacional son la reducción de los fondos que traspasa a los Estados Sub Nacionales, la suspensión o baja de obras públicas y la disminución del financiamiento de servicios sociales. Este panorama trae como consecuencia que las finanzas públicas locales se vean resentidas tanto desde el lado de los recursos como desde el lado del gasto.

Por el lado de los recursos, las finanzas de la Ciudad de Buenos Aires podrían resultar afectadas por la caída de la actividad económica. Esto es así debido a que su principal ingreso es el Impuesto Sobre los Ingresos Brutos, que es un impuesto de tipo regresivo pero que crece o decrece al ritmo de la economía local. El Impuesto Sobre los Ingresos Brutos representa el 54% de los recursos corrientes. Otro 23% de los ingresos porteños proviene de la Coparticipación Federal de Impuestos que viene de Nación, pero que se compone mayoritariamente de impuestos vinculados a la actividad económica.

 

Fuente: Crédito Vigente según Ejecución presupuestaria segundo trimestre 2018 GCBA

De lo antedicho se deduce que, una caída de la actividad económica, afectará de alguna manera y en alguna medida que es difícil predecir, al 76% de los recursos de la Ciudad. En este sentido ya en los últimos tres meses se ha verificado una morigeración en la evolución interanual de la recaudación del Impuesto sobre los Ingresos Públicos.

Cuando se firmó el acuerdo para la baja del Impuesto sobre los Ingresos Públicos, se esperaba un crecimiento del 3% y hoy frente a variaciones negativas, se está planteando la suspensión de este acuerdo.

A este panorama hay que agregar el crecimiento del endeudamiento en moneda extranjera de los últimos años que asciende a 1.800 millones de dólares aproximadamente, con vencimientos y obligaciones de pago de servicios para el año 2019 que estarán en el orden de los 376 millones de dólares, más deuda en pesos por un monto aproximado de 11.000 millones de pesos entre capital e intereses.

A su vez, en un contexto recesivo, con desempleo creciente, el gasto público tiene escaso o nulo margen de reducción. Por un lado, por la estructura presupuestaria desde el punto de vista de la finalidad y función, fundamentalmente todo aquello vinculado a los Servicios sociales. Por otro lado, la rigidez que tiene por objeto del gasto, sobre todo en aquello vinculado a los recursos humanos.

Fuente: Crédito Vigente según Ejecución presupuestaria segundo trimestre 2018 GCBA

En este contexto se espera entonces que el Ejecutivo porteño envíe para el debate en la Legislatura un presupuesto que deberá contemplar en forma realista la situación económica y las necesidades sociales.

Artículo publicado el 21 de agosto de 2018

En el Encuentro Buenos Aires de la Cumbre Mundial de Políticas Públicas, desarrollado y organizado por la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, el martes 14 de agosto, se realizó el taller: “Igualdad de género en la agenda 2030 para el desarrollo sostenible”, en el que participó el Instituto i-ciudad, en el marco de cooperación con el organismo.

El propósito de este taller fue mostrar la centralidad de la igualdad de género y defender un enfoque basado en derechos, establecer puntos de partida y tendencias relacionados con el género a partir de datos obtenidos. Además ofrecer orientación concreta sobre políticas en temas de violencia contra las mujeres en el ámbito laboral y cuidados no remunerados, así como describir el modo en que esas políticas se interrelacionan con otros objetivos, abordar la temática de las desigualdades y problemas que enfrentan las mujeres en el ámbito laboral, social y económico.

La profesora María Elena Naddeo, Directora General del Centro de Niñez, Adolescencia y Género de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, tuvo a su cargo las palabras de bienvenida.

Expusieron también Norma Sanchis, integrante de la Red Internacional de Género y Comercio; presidenta de la Asociación Lola Mora; Carla Majdalani, del Instituto Nacional de las Mujeres; la diputada nacional Vanesa Siley y la legisladora porteña, Andrea Conde.

Por el Instituto i-ciudad, participó Marta Albamonte, Directora de Finanzas, quien manifestó que si bien la premisa de “igual remuneración por igual trabajo” está establecida en la Constitución Nacional y en el capítulo de las Mujeres de la Ley de Contrato de trabajo, la realidad es que existe una diferencia sustancial no sólo entre los sueldos de las mujeres y de los varones, sino también en las posibilidades de acceso a puestos de trabajo.

Según la rama de actividad las diferencias se profundizan. En las áreas de servicios como comercio, las mujeres cobran un 30% menos, siendo una actividad donde hay alta ocupación de mujeres. La tasa de desocupación de las mujeres es prácticamente el doble que la de los hombres.

Por otro lado, el peso del trabajo doméstico no remunerado o el cuidado de la familia, que genera una limitante para las mujeres y requiere remover resistencias culturales e institucionales.

Los niveles de calificación y formación no resuelven la brecha salarial. Las mujeres profesionales, tienen mayor posibilidad de acceso al trabajo, sin embargo, no acceden a los mismos sueldos. Pero además de la desigualdad entre hombres y mujeres, hay diferencias entre mujeres entre sí, vinculada a la relación con el cuidado, que es diferente según los sectores sociales. En el ámbito de la Ciudad, hay comunas en el que las mujeres tienen las tasas de desocupación más altas y que coinciden con aquellas zonas que se encuentran más deprimidas en materia de infraestructura y con hogares con mayores necesidades básicas.

Otro límite para las mujeres para un mejor acceso al trabajo, es el régimen de licencias que les impone la responsabilidad de todo lo vinculado al cuidado de hijos y familiares. Entre las propuestas, una de ellas fue la revisión de las licencias para que tanto mujeres como varones tengan el derecho y la obligación de hacerse cargo del cuidado familiar.

Por otro lado, se señaló que hay que adecuar las leyes vigentes y que el Estado asuma el rol de controlar el cumplimiento de las mismas y penalizar en los casos que corresponda. Una cuestión que también manifestó fue la necesidad de establecer un cupo para las personas Trans que, en la actualidad, tienen fuertes limitantes para acceder a trabajos no precarizados.

Por Ing. Joaquín Calero – Publicado el 30 de julio de 2018

Ante los aumentos en las boletas de electricidad es necesario realizar un análisis detallado para acortar las inequidades

El Gobierno Nacional se encuentra realizando una Revisión Tarifaria Integral a partir del 2016 con una proyección de 4 años. Esto tiene incidencia fundamentalmente en la Ciudad de Buenos Aires, sin la intervención del Gobierno de la Ciudad como representante de sus habitantes.

Nuestros servicios de energía son provistos por distribuidoras reguladas por el estado federal. Los precios de estos servicios comprenden hasta aquí un aumento de 1200% en gas y 1600% en electricidad.

Según el resultado fiscal 2017 los gastos del Estado Nacional, ascendieron a 2,4 billones de pesos mientras que los ingresos llegaron a los 2 billones de pesos, quedando un resultado negativo de 400.000 M$. De estos 400.000 M$ los subsidios a la energía representan 125.000 M$. Por tanto, desde el Gobierno Nacional afirman que “la energía es cara y hay que pagarla lo que vale”, que el “verdadero cambio profundo es que todos consumamos menos” y que “debemos ajustarnos tomando el ejemplo de la Ciudad de Montevideo y Santiago de Chile donde los ciudadanos consumen menos gas y electricidad”. Toman como ejemplo estas ciudades considerando que tienen “temperaturas semejantes”. Los siguientes valores son el consumo promedio de un ciudadano en cada lugar:

 

Ciudad Consumo de GAS en m3/mes Consumo electricidad kWH/mes
Santiago de Chile 166 67
Montevideo 227 70
AMBA 345 122

 

Sin embargo, esta información emitida por organismos oficiales requiere de ciertas aclaraciones técnicas, ya que los consumos no son comparables. Las matrices energéticas de estas tres ciudades son diferentes, que tengan temperaturas estacionales semejantes no asegura que sus ciudadanos consuman las mismas fuentes de energía.

En el AMBA la matriz energética está compuesta de gas natural (90% metano) y electricidad mientras que en las otras ciudades las componen con gran parte de GLP (gas licuado de petróleo), leña, glicerina y otras, y con un bajo porcentaje de gas y electricidad. Por ejemplo, en Montevideo de un total de 47.000 usuarios apenas el 10% utiliza el gas como medio de calefacción y en Santiago de Chile de los 680.000 usuarios sólo el 25% lo utiliza para calefaccionarse. Por su parte, en el AMBA, de los 2.300.000 usuarios el 68% requiere del gas natural para su calefacción. Es por ello que, para hacer un análisis comparativo de consumo, se debe utilizar el factor de conversión energético (factor que se basa en la calidad del suministro, su eficiencia y su poder calorífico) de las tres ciudades y transformar el consumo de todos los tipos de energía a uno solo, armando el patrón de consumo energético. Recién a partir de esto se pueden realizar comparaciones consistentes.

Respecto de la consideración que la energía es cara, si bien es cierto que el valor de la misma se encontraba por debajo del nivel, un aumento de tal envergadura como el citado precedentemente, es inconveniente, sobre todo cuando la concesión de distribución de estos servicios encuentra una clientela cautiva y dependiente del primer insumo de la cadena alimenticia. Para poder fijar la lista de precios de suministro de energía, en primer lugar, debe determinarse la estructura de costos que incluya todos los componentes. A partir de esto, se podrá determinar un precio apto. Es decir, conociendo cuál es el costo del megawatthora generado o cuál es el costo del gas en boca de pozo. Todo ello sin confundir costo con precio.

La dependencia eléctrica se ha incrementado de manera considerable. La construcción masiva de los edificios en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, posee algunas características comunes, el NO GAS, el SÍ ELECTRICIDAD. Los nuevos edificios fueron construidos sin instalación de gas, evitando las exigentes inspecciones habilitantes del sistema de gas y costos de materiales, con total dependencia de artefactos eléctricos.

La proyección en perjuicio de los usuarios de no contar mañana con su consumo de energía diversificado para poder alimentarse, calefaccionar el hábitat o poder elevar agua para su uso, es de gravedad. La intención de ser prosumidores con el impulso de la generación distribuida de energía renovable es inverosímil considerando la tipología constructiva de la ciudad.

 

CONCLUSIONES

  • Es necesario reforzar el control mediante organismos de la ciudad como el ERSP (Ente Regulador de Servicios Públicos) sobre la inversión, expansión/renovación y calidad de estos servicios.
  • Activar medidas para postergar parte de las pesadas facturas del invierno a meses de bajo consumo.
  • Implementar programas de comunicación para el uso racional de la energía, específicos para nuestro territorio.
  •  Institucionalizar un Registro de Beneficiarios de la Tarifa Social de Servicios Públicos para revisar consumos donde incluya a los clubes de barrio, entidades de bien pública, institutos y comedores comunitarios.
  • Trabajar sobre un planeamiento energético estratégico para la Ciudad de Buenos Aires, con previsibilidad respecto de las necesidades energéticas futuras, con decisiones vinculantes sobre la matriz energética, el transporte, el tratamiento de residuos y el medio ambiente.