La ciudad de Buenos Aires se ubica entre las 40 ciudades del mundo con mayor riesgo a sufrir daños por la crisis climática. Las olas de calor y las inundaciones son las principales amenazas. Es hora de repensar la relación de los porteños con el río y de debatir sobre la tan fomentada edificación en las costas.

Publicado el 28 de febrero de 2023 – Por Laura Rocha

Las alertas no paran de sonar. Mientras vivimos la novena ola de calor desde noviembre en la Ciudad de Buenos Aires, un nuevo estudio científico muestra lo que los modelos climáticos advierten desde hace décadas: la megaciudad más importante de la Argentina y uno de los motores económicos del mundo está en la lista de las 50 ciudades más afectadas por el cambio climático para fines de siglo.

Las principales amenazas: las olas de calor y las inundaciones. Se trata de un estudio sobre los riesgos en las infraestructuras que genera la crisis climática El ranking, como se dijo, incluye a la Ciudad de Buenos Aires y la ubica en el puesto 40

“Las locomotoras de la economía mundial se encuentran entre los estados y provincias más amenazados por el cambio climático y los fenómenos meteorológicos extremos”, según una nueva clasificación del riesgo climático físico de todos los estados, provincias y territorios del mundo publicada hoy por XDI (The Cross Dependency Initiative), líder mundial en análisis de riesgos climáticos físicos.

El sistema utiliza modelos climáticos globales, combinados con datos meteorológicos y ambientales locales y arquetipos de ingeniería para calcular los daños probables en el entorno construido, según el escenario, con un calentamiento global medio de más de 3ºC por encima de las temperaturas preindustriales a finales de siglo.

Los resultados muestran que los estados y provincias de importancia mundial de China y Estados Unidos serán los más afectados, junto con las principales ciudades y centros de actividad económica de todo el mundo. 

La ciudad de Buenos Aires aparece en el puesto 40, entre las 100 ciudades más afectadas. La mayor amenaza, según este estudio, son las inundaciones. “A medida que las condiciones meteorológicas extremas se hacen más frecuentes, Buenos Aires se enfrenta a riesgos que amenazan a las poblaciones vulnerables de la ciudad, como olas de calor, crecidas de ríos, inundaciones costeras y enfermedades transmitidas por vectores”, advertía un análisis del mismo grupo científico que se realizó en 2018.


“Las inundaciones son un grave motivo de preocupación. Buenos Aires está flanqueada por dos ríos, el Río de la Plata al este y el Río Matanza-Riachuelo al sur. La ciudad también está atravesada por 11 cuencas hidrográficas. Además, las precipitaciones han aumentado un 32% desde 1960, lo que agrava la amenaza de inundaciones. Para empeorar las cosas, un fenómeno meteorológico local conocido como la Sudestada, trae fuertes lluvias, alta mar e inundaciones costeras entre julio y octubre. Y aunque la ciudad no puede impedir que sople el viento, sí puede tomar medidas para mitigar los riesgos para los ciudadanos”, agregó aquel análisis.

El año pasado se conoció un estudio de simulación realizado por Climate Central, en el que se pueden ver cuáles serían las zonas más afectadas por inundaciones en CABA y en las zonas costeras, con un escenario de 4ºC de suba promedio de la temperatura. Se puede suponer, como sostiene el reporte, que esas inundaciones provocarán severos y costosos daños materiales.

En el análisis también aparecen otras ciudades del país como son: Santa Fe, en el puesto 115; Córdoba, en el 145; Chaco, en el 193; Santiago del Estero, en el 236; Corrientes, en el 427; Entre Ríos, en el 434; Formosa, en el 493; Tucumán, en el 522 y Salta en el 544.

Pero los daños materiales no son el único riesgo. Está claro. Es notorio cómo las altas temperaturas favorecen la proliferación de vectores transmisores del dengue y el chikungunya en latitudes más bajas

Un análisis realizado por el Servicio Meteorológico Nacional muestra cómo la Ciudad de Buenos Aires fue la metrópolis en donde las olas de calor se prolongaron por más tiempo. 

Fuente: Servicio Meteorológico Nacional

 

Ya existen investigaciones científicas que dan cuenta de la incidencia de este calor extremo en las muertes, también en la Ciudad de Buenos Aires. Así lo demostró un paper de investigación en el verano 2013-2014, en el que se comprobó una diferencia de al menos 700 muertes más que lo normal.

Esta nueva investigación también menciona a las inundaciones como potencial riesgo con efectos adversos. Es interesante analizarlo para poder trasladarlo a las políticas públicas. Aunque los severos fenómenos que han afectado al distrito en las últimas décadas se han producido por efecto de fenómenos pluviales extremos y fallas en los desagotes, que han sido ampliados, no hay que olvidar que Buenos Aires es una ciudad ribereña.

Y allí buceando en investigaciones que tiene más de una década, se rescata esta investigación del experto en cambio climático y miembro del Panel Intergubernamental de Cambio Climático, Vicente Barros en el que plasmaba los escenarios posibles para esta región: “La costa del Río de la Plata (RP) alberga cerca de 14 millones de habitantes incluyendo la región Metropolitana de la ciudad de Buenos Aires. En esa región las zonas con altura debajo de 5 m sobre el nivel medio del mar pueden sufrir en este siglo inundaciones con diferente tiempo de retorno dependiendo de su altura. En cada uno de estos lugares, las inundaciones se harán más frecuentes por el cambio climático”.

En los escenarios que plantea el investigador describe las características de la población costera e incluye las urbanizaciones, especialmente en el Delta. “Si se supone que la distribución de población no cambiará significativamente, en el escenario A2 de la década 2070/2080, la gente con vivienda en el área de riego de inundaciones con un tiempo de retorno de 100 años será de alrededor de 900.000.”

“El daño actual de las sudestadas fue estimado en alrededor de 30 Millones de USD/año, y si no hubiera cambios demográficos, socio económicos ni de valor de los bienes, alcanzaría alrededor de 100 y 300 M USD/año en los escenarios A2 de las décadas 2030/2040 y 2070/2080 respectivamente. Es decir que para la segunda mitad del siglo XXI serían de 15 000 millones de USD. Esto no incluye las pérdidas de ganancias y horas de trabajo y otros costos indirectos y como ya se mencionó, aún para los costos directos representan estimaciones de mínima.” 

Estos, otra vez, son los daños materiales. En números. Estos modelos, que se anticiparon hace más de una década y las nuevas investigaciones que siguen advirtiendo sobre los escenarios que ya no quedan tan lejos, nos obligan a repensar la relación de los porteños con el río. A debatir sobre la planificación y edificación, tan fomentada, en las costas. Antes de que sea tarde.

 

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