– Por Lic. Pablo Failde[i] –
Artículo publicado el 28 de septiembre de 2017
Una de las actividades del quehacer argentino que genera pasiones, conflictos, emoción, que nos une y que nos divide es el fútbol, el deporte nacional por excelencia. Es un juego donde existe una intensa competencia entre dos equipos que mostrando actividad y contacto físico con un balón persiguen el triunfo del uno sobre el otro de acuerdo a los reglamentos vigentes. Ambos rivales son alentados y apoyados por aficionados que se denominan “hinchas” o “barras”.
Los clubes de fútbol a través de sus autoridades, los directores técnicos, los árbitros y los jugadores de fútbol junto a sus organizaciones gremiales y hasta los periodistas deportivos son actores principales en el desarrollo y concreción de este deporte. Todos ellos son parte de lo que denominaremos “comunidad del fútbol”. Un deporte que a nuestro país le ha generado grandes alegrías y también grandes tristezas.
Los clubes
La Ciudad de Buenos Aires es a nivel mundial una de las metrópolis que alberga la mayor cantidad de estadios de fútbol. Son en total 18 los recintos en el ámbito porteño que participan en torneos organizados por la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) en sus distintas categorías. Los más antiguos tienen más de 110 años.
La siguiente imagen muestra su distribución territorial:
Los hinchas
La aparición de la figura del hincha data del año 1958 y se lo describe como un fanático fogoso, pasional y hasta divertido que se fue convirtiendo, por necesidad de la política interna de los clubes, en un grupo de choque violento cuyo objetivo fundamental era defender a los simpatizantes de su propio equipo y eventualmente agredir a la hinchada del adversario en un enfrentamiento en el cual se dirimía la supremacía del equipo ya no en el campo de juego sino en las tribunas con la barra del otro equipo. Este fenómeno tuvo una nueva mutación, la barra se convirtió en algo inmanejable para quienes la habían creado convirtiéndolos en cómplices o rehenes de la “presión de la tribuna” (las barras).
El problema de los hinchas violentos no es exclusivo de la Argentina sino que se ha verificado en distintos lugares de nuestro continente y el mundo.
Entre los simpatizantes y los barras se fue generando una identificación y una defensa tal que los padres llevaban a los chicos a que le firmaran autógrafos los barras. Los jefes de las distintas barras de los clubes terminaron por convertirse en asociaciones ilícitas.
La aparición de la figura del hincha data del año 1958 y se lo describe como un fanático fogoso, pasional y hasta divertido que se fue convirtiendo, por necesidad de la política interna de los clubes, en un grupo de choque violento
La violencia en el fútbol
Desde 1922, el 57% de las víctimas de la violencia en el fútbol se produjeron dentro de los estadios deportivos. Al analizar la secuencia década por década se ve un cambio a partir de los 80. Se incrementa exponencialmente la violencia fuera de los estadios y disminuye considerablemente dentro de los mismos. El cambio de escenario tiene que ver con la búsqueda de impunidad. Existe un correlato entre este desplazamiento y la sanción de la Ley del Deporte en primer lugar y luego la implementación de las cámaras de seguridad dentro de los estadios.
El siguiente gráfico muestra los cambios del lugar en el que ocurren los hechos de violencia:
Los hechos
Se observa, a partir de la década del 90, un cambio de modalidad de los hechos de violencia: lo que antes era una disputa entre barras de distintos equipos (cultura del aguante) paso a ser una “guerra” por el control de la barra del propio equipo. El siguiente gráfico nos muestra la evolución del tipo de hecho durante el periodo 1922 – 2015:
No solo existe una mayor cantidad de víctimas a partir de la década del 80, sino que además se ha incrementado el uso de arma de fuego, siendo la misma la predominante desde hace 13 años. Este gráfico es congruente con los anteriores:
La Justicia y la seguridad en el fútbol
El gráfico que presentamos a continuación, muestra que a partir de la década del 80 con la sanción de la Ley del Deporte y la posterior utilización de Cámaras de Seguridad dentro de los estadios se han incrementado la cantidad de casos con condena.
El último caso de muerte vinculado con la fútbol fue el de Eduardo Cicchino un joven de 26 años que la noche del 19 de mayo de 2016 fue al bar Seddon ubicado en el barrio porteño San Telmo junto a dos amigos a ver el partido por Copa Libertadores en el que Boca eliminó por penales a Nacional de Montevideo. Tras el festejo un hombre empezó a insultarlos descontento por el resultado. Eduardo y sus amigos se fueron del lugar, el agresor llamado Gustavo Olivera los siguió y en la esquina del bar el sacó una navaja y le aplicó una puñalada en el tórax a la altura del corazón a Cicchino, quien cayó herido en la vereda. Murió tras dos semanas de agonía y tres operaciones.
Para frenar esta espiral de carácter violento el Estado tuvo que tomar distintas medidas a través de los años:
- Ley Nº 20.655 (1974): primera ley dedicada a la regulación de eventos deportivos, antecedente de la Ley Nº 23.184.
- Ley Nº 23.184 (1985) Ley del Deporte. Conocida como “Ley De La Rúa”. Establece un régimen penal y contravencional para la prevención y represión de la violencia en espectáculos deportivos
- Decreto Nº 1.466/97: Se crea el Comité de Seguridad en el Fútbol y el Consejo Nacional para la Prevención de la Violencia y la Seguridad en el Fútbol.
- Resolución PGN Nº 81/03: se crea la Unidad Especial Fiscal Móvil para la Investigación de hechos de Violencia en Espectáculos Deportivos.
- Acta Acuerdo de Creación del Consejo de Seguridad en los Espectáculos Futbolísticos. (2005) firmada entre el Ministerio del Interior de la Nación y cada una de las provincias. Su misión es planificar y coordinar las acciones inherentes a la seguridad en los espectáculos futbolísticos, comprometiendo la acción conjunta de la Nación, las Provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
- Decreto Nº 1.742/2012: Crea Coordinación de Seguridad en Espectáculos Futbolísticos (CoSEF). La CoSEF tiene como finalidad el diseño e instrumentación de medidas destinadas a la prevención de la violencia y el delito siguiendo las políticas fijadas por el ministerio al que depende. Los órganos político – administrativos del CoSEF son el Comité de Seguridad en el fútbol, el Consejo Nacional para la Prevención de la Violencia y la Seguridad en el Fútbol (Decreto Nº 1.466/97) y el Consejo Federal en los Espectáculos Futbolísticos.
- Ley Nº 1.472 (2004): establece el Código Contravencional.
- Ley Nº 1.666 (2005): crea el Comité de Prevención y Seguridad para Eventos Deportivos en la CABA.
- Ley Nº 2.801 (2008): Establece requisitos, pautas, y nuevos plazos para la obtención de la Habilitación Definitiva y a su vez, mecanismos de inspección trimestral para otorgar los permisos precarios y transitorios de funcionamiento.
- Resolución Nº 466/AGC (2010) constituye en el ámbito de la Agencia Gubernamental de Control una Comisión de Inspecciones de Estadios de Fútbol de carácter no permanente.
La ley n° 5847 es la última disposición que aborda la problemática de la violencia en el fútbol en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires. Fue publicada el dos de agosto en el Boletín oficial y el Poder Ejecutivo tiene 120 días para reglamentarla. En un próximo artículo la analizaremos más detenidamente.
[i] [i] Pablo Failde es politólogo. Fue Diputado de la Ciudad de Buenos Aires. Integró el Comité de Seguimiento de Implementación de la Ley de Seguridad de la Ciudad y fue Director del Programa de Composición Vecinal del Ministerio de Justicia de la provincia de Buenos Aires