Por Claudio Hernán Pandolfi – Publicada el 11 de mayo de 2018

Introducción

El plan maestro para la Comuna 8, incluye lo que el gobierno ha llamado “el distrito del deporte”. El mismo establece una zona de “promoción de las actividades de la producción e industria deportiva”, creado en diciembre de 2014 por ley 5235, la cual otorga beneficios fiscales “para aquellas empresas de servicios orientados al deporte como así constructores y desarrolladores”.

No resulta casual la ausencia del factor humano como integrante del proyecto del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para la comuna y con motivo de realizarse la presentación de la mencionada ley -en el mirador de la torre del Parque de la Ciudad- Carlos Pirovano, el responsable del Centro de Atención al Inversor (CAI) que depende de la Subsecretaría de Inversiones del Ministerio de Desarrollo Económico de la Ciudad, destacó que: “todos aquellos que decidan mudarse a la Comuna 8 para desarrollar su actividad, no pagaran ABL ni Ingresos Brutos durante los primeros 20 años, tampoco impuesto al sello en la compra, venta o alquiler de inmuebles”.

Estas decisiones son bien recibidas por los mercados afines a la venta de artículos deportivos, dado que además de lo descripto “el Banco Ciudad otorgará créditos con tasa diferencial”.

Las nuevas inversiones inmobiliarias pueden maquillar la decadencia de una comuna olvidada durante años, pero no resuelven de modo alguno los problemas que la mantienen en un escalón de desigualdad respecto del resto de la Ciudad. Seguir esta lógica, significaría que la comuna continúe atada a la suerte de la construcción de complejos edilicio-habitacionales, sin resolver los problemas de las personas que en él habitan, dejando de lado la elaboración y puesta  en práctica de políticas orientadas hacia los sectores más vulnerables.

Antecedentes Históricos: El fracaso de la “Comuna Deportiva”

La cesión de terrenos a entidades deportivas realizada durante la década del 70 siguió la misma lógica: Club Italiano (de destacado prestigio en el corazón del barrio de Caballito); Argentinos Juniors de la Paternal; y posteriormente, el Club deportivo Delfo Cabrera (PFA), entre otros. Estas se erigen como entidades que actúan en forma autónoma con sus asociados y de ninguna manera se encuentran ligadas históricamente con el barrio, su historia y su gente. La integración urbana es nula y más aún, han generado consecuencias graves con el paso del tiempo que demostraron la mala praxis estatal en que se incurre cuando la dinámica económica que impone el mercado, consolida a través del tiempo problemas dominiales y fiscales en la utilización de esa tierra.

Quizás por eso, la ciudad deportiva del Club San Lorenzo de Almagro en esa área tuvo su nacimiento, apogeo -construcción del estadio oficial en el año 1993- pero sin embargo, hoy  se encuentra en la lucha de sus socios y la fase de culminación de ese proceso es volver al barrio de sus orígenes: Boedo.

Otra realidad la muestran los únicos reductos para la competición del deporte más importante para los argentinos como es el futbol, ya que sólo existen dos espacios accesibles: La Liga del Club Pintitas y La famosa Liga de Flores. Ambos proyectos deportivos siguen la lógica del mercado en cuanto al costo de inscripción y de participación que resulta elevado para la clase media que vive en sus alrededores, convirtiéndose en una utopía para los habitantes de los barrios más vulnerables. Por su parte no existe plan para los clubes de barrio, tal es el caso del Club Atlético Lugano teniendo su estadio oficial en Tapiales, fuera de la comuna y la ciudad, lejos de la sede social, la cual se encuentra en el casco histórico del barrio adyacente a la estación de tren.

De esta forma se consolida la expresión más pura del sistema económico que finalmente culminó en los 90 y que fue bien denominada “lógica de extracción”art en el sentido que Sasskia Sassen[1] desarrolla en su teoría respecto a la transformación fundamental del capital que se ha producido desde los años 80 y 90 como resultado de la desregulación y privatización de la economía global. La autora señala este proceso como un cambio de la valoración de las personas como consumidores a la extracción de valor a través de una proliferación de instrumentos complejos. De esta forma, el uso del suelo se convierte en un valor de cambio para ser destinado a un conjunto seleccionado de individuos que poco o nada tienen que ver con la comuna.

Mientras tanto, en barrios contiguos a dichos emprendimientos los reclamos por la adecuación de servicios continúan, como por ejemplo la situación del Barrio Ramón Carrillo[2],  el cual tiene un recurso de amparo judicial contra el Gobierno local en etapa de ejecución de sentencia ante el incumplimiento sistemático a lo largo de más de una década.

Hasta este momento, la realidad contrasta con lo propuesto por el constituyente respecto del objetivo de reducir las desigualdades dentro del territorio de la ciudad.

Realizar el llamado “desarrollo local” con modelos como el del estadio de tenis “Mary Terán de Weiss” (actualmente en proceso de remodelación) y en el pasado, la concesión del campo de golf lindero al centro
comercial Parque Brown (comúnmente llamado “Jumbo”) no sirve.

Estos proyectos vienen a ser compartimentos estancos para uso exclusivo de las clases acomodadas de la Ciudad de Buenos Aires para que puedan ver un deporte en ocasión de torneos internacionales, algún tipo de espectáculo con industria de entretenimiento o para que jueguen golf en determinadas situaciones, ya que cuenta con una cancha de 18 hoyos para una escasa densidad humana en el uso deportivo. No debemos pasar por alto la contradicción latente entre los litros de agua diariamente destinados a mantener el verde césped cuidado del “Green”[3] y por el otro lado, sólo cruzando la Avenida Cruz en la villa 20, ver a la gran cantidad de familias[4] que no disponen la regularidad y formalidad[5] respecto a un servicio tan esencial como es el agua potable. Las consecuencias para la vida cotidiana de sus habitantes son de fuerte impacto.[6]

Lo mismo ocurre con el hogar de la Copa Davis en Argentina (actualmente en proceso de remodelación a fin de colocar un techo al estadio), dado que la mayoría de los habitantes de la comuna lo miraban por TV, ahora con la nueva política comercial de las compañías de cable todo es previo pago, pero a no preocuparse, ya que seguramente sea una suma menor al precio de las entradas al partido, el cual se ubicó entre los 100 y 243 dólares por partido jugado. Entonces cabe preguntarse: ¿Cuántos de los casi 200.000 habitantes de la comuna utilizan esos espacios concesionados donde el uso del suelo se encuentra sujeto a las condiciones y valores que establece el mercado?. Estos ejemplos muestran que la planificación en el sur de Buenos Aires responde a un enfoque económico y si se quiere geográfico, pero no urbano.

El Icono comunal no es de acceso público: La torre del Parque de la Ciudad

Torre de la Ciudad

Quienes pasamos los 30 años de vida, solemos recordar la que supo ser la torre más alta de Sudamérica como un símbolo de la “modernidad” con un tinte futurista que la década del 80 nos regaló por ese entonces. Actualmente su ingreso se encuentra tarifado, al igual que el planetario. La ciudad autosuficiente con registro civil, comercios y hasta un banco, que representaba el complejo habitacional Gral. Savio- , hoy y luego de los años 90, algunos seguimos soñando con mantener esos iconos comunales para que los habitantes sepan cómo llegó ahí, ¿Que significó que una torre fabricada en Austria haya sido colocada en ese lugar, en el año 1979? que todos sepan que desde su mirador se pueden observar las costas de Uruguay.

Próximamente la torre pasará a ser parte del logo de los juegos olímpicos para la juventud, una estructura remodelada para la venta y se estima la construcción de aproximadamente 1500 viviendas, que luego serán vendidas, pero de ese total solamente el 10% será destinado en prioridad a los habitantes de la comuna en cuestión.[7] En definitiva, parte de la escenografía del proyecto inmobiliario que quitó espacios verdes a la comuna que se caracterizaba justamente por tener la mayor cantidad de espacios verdes: ¿Qué otra cosa que homogeneizar, resultan todas estas intervenciones por parte del ejecutivo comunal? ¿Por qué no poner en primer lugar la Constitución de CABA y respetar aunque sea en parte su articulado?.

La celebración de los Juegos Olímpicos de la Juventud el próximo año que implica una inversión multimillonaria, resulta incongruente con la realidad, por ejemplo respecto de las carencias de servicios básicos como la salud. Tal es el caso del CESAC Nº3, las deficiencias del mismo han derivado en una sentencia judicial, que ordenó la provisión de una ambulancia las 24 hs. y equipamiento para el único centro de atención primaria que funciona en Lugano 1 y 2, donde en el mes de noviembre y diciembre, por falta de atención médica han fallecido en la puerta misma del centro asistencial, a la vista de vecinos y personal policial,  Martín Firma Paz y Eduardo Galeano.

La segregación en el uso y la producción del espacio y la segmentación tal como se viene realizando, tendrán consecuencias graves: la falta de la participación de los vecinos en el diseño de esta política urbana guiada por el capital financiero aumentarán las desigualdades que existen actualmente. Los contrastes serán cada vez más acentuados.

[1] Saskia Sassen (La Haya, Países Bajos, 1949) creadora del concepto “Ciudad Global” es profesora de la Columbia University de Nueva York, Socióloga y Escritora. En 2013 obtuvo el Premio Príncipe de Asturias en Ciencias Sociales. en sus numerosas obras deja en claro su teoría de que lo global y lo nacional no son conceptos excluyentes y que, como consecuencia de la globalización, territorio, autoridad y derechos no siempre coinciden con los espacios nacionales y menos aún con los intereses comunales.

[2] En el año 2005, los vecinos no tuvieron más remedio que iniciar un amparo judicial ante el Fuero Contencioso Administrativo de la Ciudad a fin de que se cumpla la ley 1333. La mencionada ley había declarado la emergencia ambiental y de infraestructura del Barrio Ramón Carrillo y Lacarra (Carrillo II) ordenando al GCABA la adecuación de los servicios públicos y la realización de un informe toxicológico y ambiental. Tras 5 años de incumplimiento judicial, en 2010 el juez interviniente hizo lugar al amparo y luego en 2013 la Cámara CAyT confirmó dicho pronunciamiento en favor de los vecinos. Al día de la fecha y habiendo transcurrido más de 12 años de incumplimiento por parte del ejecutivo porteño, el amparo se encuentra en etapa de ejecución de sentencia, en trámite ante el Juzgado N º11 CAyT a cargo de la Dra. Paola Cabezas Cescato.

[3] Los campos de golf usan cantidades enormes de fertilizantes, funguicidas, herbicidas, y pesticidas, hasta tal punto que en EEUU, patria del golf, el 25% de los plaguicidas se usan, no para la agricultura, sino para campos de golf, jardines y parques.( Riechmann, 2003). Todos estos agro tóxicos irían a parar a los acuíferos y finalmente a los arroyos que desembocan a la cuenca matanza riachuelo, con las implicancias y el estado actual de la causa Mendoza en la cual interviene el Estado Nacional, El Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y ACUMAR.

[4] Los últimos datos censales disponibles registran que en la Ciudad de Buenos Aires al año 2010, residían en villas 53.856 hogares en 38.983 viviendas, la población total ascendía a 182.215 personas. En términos de distribución de la población, el 13,3% de la población (24.268 habitantes) en villas de CABA corresponde a Villa 20, un 8,7% (15.836 habitantes). Fuente: Observatorio de la Deuda Social Argentina. http://www.uca.edu.ar/uca/common/grupo68/files/2017-Observatorio-Informes_Defensoria-CABA-24-10-VF.pdf

[5] “Esto implica que el 78% de hogares de la Ciudad que no tienen descarga adecuada para la limpieza del inodoro y más de la mitad de los que no tienen cloacas se encuentran en asentamientos, villas o NHT. El 40% de los que tienen por lo menos un déficit de servicios residen en algún asentamiento de tipo precario. También están localizados en estos territorios más del 60% de los hogares en viviendas irrecuperables por su materialidad y más de un tercio de los que viven en situación de hacinamiento crítico.Fuente: Dirección General de Estadísticas y Censos de la CABA, https://www.estadisticaciudad.gob.ar/eyc/wp-content/uploads/2015/05/ir_2015_856.pdf

[6]Los vecinos se levantan a la madrugada para cargar los tanques, cuando hay más presión. También juntan agua en tachos, baldes y palanganas, generando las condiciones ideales para el dengue. En el barrio ya se confirmaron 80 casos: Marcos se contagió un mes atrás.”.Fuente: Diario La Nación, 24 de Marzo de 2016 https://www.lanacion.com.ar/1882805-casi-el-10-de-los-portenos-no-tiene-acceso-al-agua-potable.

[7]  ”Este conjunto de mejoras sirve para satisfacer las demandas de un nuevo tipo de vecinos con mayor nivel adquisitivo e influencia política, pero que no encuentran espacios residenciales en el resto de los distritos de una ciudad donde el precio de la vivienda crece incesantemente”, así lo explican Daniel Sorando y Álvaro Ardua en el libro “First we take Manhattan, la destrucción creativa de las ciudades”. Ed. Catarata, Madrid. 2016.