En esta nota, Luis Duacastella explica cuáles son las falencias y los problemas con los que nos enfrentamos para analizar los femicidios en la CABA. La falta de datos oficiales es uno de los mayores obstáculos.

Por Luis Duacastella – Publicado el 31 de marzo de 2021

El femicidio es en términos sociales la máxima expresión de violencia por razones de género. Es un fenómeno estructural que atraviesa los distintos contextos socioculturales al mismo tiempo que se vincula a conflictividades locales. ¿Qué pasa en la Ciudad de Buenos Aires? Este trabajo pretende analizar los femicidios ocurridos en el distrito entre 2016 y 2019. (1)

El primer problema  con el que nos encontramos al realizar este análisis, es que ni el Mapa del Delito de la Policía de la Ciudad, ni el Informe de Estadística Criminal del GCBA, aportan datos sobre características de víctimas y victimarios de homicidios dolosos de mujeres ni de las relaciones entre ellos, o el contexto en que ocurrieran.

El único dato sobre el que dan cuenta los informes oficiales publicados es el sexo de las víctimas, según su documento de identidad.

A partir de la definición de femicidio elaborada por el Mecanismo de Seguimiento de la Convención de Belém do Pará (MESECVI) podemos concluir que la información relevada por la Policía de la Ciudad y contenida en los informes estadísticos publicados es insuficiente para el diseño de políticas públicas de prevención del fenómeno pues de ella no se puede determinar que casos corresponden a homicidios dolosos de mujeres en contextos no femicida y cuales a femicidio. (2)

Para ello, la estadística oficial debería etablecer el contexto de los hechos, como por ejemplo: cuántas mujeres fueron asesinadas  en el hogar o en la vía pública, el sexo del autor, sus antecedentes o variables desagregadas del hecho como relación entre víctima y victimario, medio empleado para su comisión etc.

Es recomendable que la Policía de la Ciudad incluya la perspectiva de género en la elaboración de sus sistemas de información estadísticos dando cumpliento a las exigencias de las Naciones Unidas en la materia (3)

Obviamente esta carencia de profundidad en la estadística policial también impide visibilizar la situación estructural de vulnerabilidad, marginalidad y violencia sistemática a la que se ve sometida la mayoría de las personas trans y travestis. (4)

En la búsqueda de superar estas limitaciones analizaremos en primer lugar los homicidios dolosos ocurridos en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires de los que fueran víctimas, mujeres según su documento de identidad para luego correlacionarlos con datos de otros informes y estudios estadísticos sobre femicidio.

En 2016 se registraron 18 hechos de homicidios dolosos con víctimas mujeres. La cantidad de mujeres asesinadas en 2017 aumentó a 28. De los datos publicados, no puede establecerse a qué se debe este notorio incremento, como por ejemplo, si fue por un mayor uso de los espacios públicos por parte de las mujeres o por un incremento de la violencia en el ámbito doméstico.

La proporción de homicidios de mujeres de 2017 sobre el total de homicidios ocurridos en la Ciudad es la mayor de los cuatro años que van de 2016 a 2019, con un 19%, frente al 12% del 2016 el menor de la serie.

En 2018, con 19 víctimas mujeres se registró una disminución respecto del año inmediato anterior, aunque se mantuvo en un 15 % respecto del total de asesinatos, 3 por puntos porcentuales por encima  respecto de 2016.

En 2019, si bien el total de víctimas de homicidio ocurridas en la Ciudad disminuyó respecto del año anterior pasando de 143 a 102 casos en total, la  reducción no fue homogénea ya que bajó  de 122 a 83 la cantidad de víctimas hombres, (39 menos que en 2018, equivalente a una merma del 29%), pero las muertes de mujeres sólo se redujeron de 21 a 18, (3 menos que en 2018, equivalente a la reducción del 15%). La participación de víctimas mujeres respecto del total de homicidios ocurridos aumentó al 18%, nuevamente 3 puntos por arriba del 15% registrado en 2018.

Frente a la orfandad de datos de la Policía de la Ciudad, para establecer específicamente cuales de estos asesinatos con víctimas mujeres fueron calificados como femicidios, debemos recurrir a los Informes Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres (UFEM) de la Procuración General de la Nación que realiza el analisis de cada una de las causas judiciales.

En el año 2016 se registraron 18 homicidios dolosos consumados con víctimas femeninas en nuestra Ciudad, de los cuales 13 fueron calificados judicialmente como femicidios, constituyendo éstos últimos el 72% de los casos.

En el año 2017 se registraron 28 homicidios dolosos consumados con víctimas femeninas en nuestra Ciudad, lo que representa un incremento del 50% respecto del total de casos de 2016, en lo que ha sido dado en llamar la Epidemia de Femicidios. De ellos 15 fueron femicidios, y representaron el 54% de los casos de homicidios dolosos de mujeres.

 En 2018 se produjeron en la ciudad de Buenos Aires 19 homicidios dolosos con mujeres como víctimas. El 47% de ellos, fueron femicidios (9 casos). 

Si bien los femicidios expresan una reducción porcentual en relación con los homicidios de mujeres en contextos no femicidas, en términos cuantitativos, el femicidio aparece como un fenómeno estable habiéndose registrado 13 víctimas en 2016; 15, en 2017; 9, en 2018, y 10, en 2019.

En  2019 se cometieron 18 homicidios dolosos de mujeres, de los cuales 9 fueron clasificados en función de los indicadores UFEM como femicidio y uno, como transfemicidio/travesticidio. En los ocho homicidios restantes no se detectaron indicadores de género por lo que fueron clasificados como homicidios en contextos no femicidas.

Esto lleva a un incremento de los femicidios al 57 % sobre el total de asesinatos de mujeres, revirtiéndose la curva descendente expresada en años anteriores.

Un análisis de este fenómeno en contexto socio-económico nos lleva a atender a la distribución de los asesinatos de mujeres por comuna y barrio. En base a ello vemos que dos tercios de los casos de los homicidios dolosos de mujeres del año 2019 ocurrieron en zona sur-oeste de la ciudad, distribuyéndose el tercio restante en cinco comunas de la zona Noreste.

Las Comunas 4 y 8, linderas al Riachuelo, registran la mayor cantidad de homicidios dolosos de mujeres con tres casos cada una. Les siguen las Comunas 1, 3, 9 y 10 que registran dos homicidios, mientras que las Comunas 2, 13, 14 y 15 tienen un caso cada una.

Observando los homicidios dolosos de mujeres dentro de las comunas de acuerdo al barrio de ocurrencia, la dispersión es mayor ya que fueron cometidos en 14 barrios diferentes. Sin embargo los barrios de Villa Lugano, Parque Avellaneda y Barracas registran dos homicidios cada uno, lo que representa el un tercio del total, aconteciendo el resto en diferentes barrios de la  Ciudad. (5)

Si nos limitamos a los hechos calificados como femicidios por la UFEM vemos que el 60 % de los casos se concentraron en las Comunas 1, 4 y 8 de la zona sur linderas al cuenca del Riachuelo, con dos casos en cada una de ellas. El resto de los femicidios ocurrieron en las Comunas 3, 10, 13 y 15, con un caso cada una.

Las comunas 2, 5, 6, 7, 9, 11, 12 y 14 no registraron casos de femicidios en 2019.

De los homicidios dolosos de mujeres en contextos no femicida, dos de ellos  ocurrieron en la Comuna 9, mientras que en las Comunas 2, 3, 4, 8, 10 y 14, se registró un caso en cada una.

Los femicidios ocurrieron en 7 comunas igual número de comunas que los homicidios dolosos de mujeres en contextos no femicidas, sin embargo, su distribución es diversa, ya que solo las comunas 3, 4, 8 y 10 registran ambos tipos de sucesos.

Desglosando las circunstancias en que se produjeran o se motivaran los 18 homicidios dolosos de mujeres en 2019, en primer lugar, se verifica la violencia intrafamiliar en 8 casos significando el 44% del total. En segundo lugar, se registraron 3 homicidios en contexto de riña, un 17% del total. En tercer lugar, 2 hechos fueron cometidos en ocasión de robo, correspondiendo al 11% del total y finalmente, 1 homicidio se atribuye a motivos económicos con el 6% de implicancia. En 4 casos (22%) se desconocen las situaciones específicas que motivaron los homicidios.

Si nos limitamos a los circunstancias en que ocurrieran los femicidios vemos que 8 de los 10 fueron cometidos en contexto de violencia intra familiar, 80%, mientras que dos, ocurrieron en un contexto desconocido, el 20%.

 

Si comparamos las causales de muerte en los casos de femicidios y homicidios dolosos de mujeres en otros contextos, podemos notar diferencias.

Con las cifras analizadas disponibles resulta muy difícil sacar conclusiones sobre una correlación seguridad-femicidio que resulte efectiva. Por lo tanto, lo que se hace evidente es preguntarse justamente por qué nos encontramos en esta situación deficitaria respecto de este delito en particular, siendo que contamos con excelente información estadística para los otros. La pregunta que surge es la siguiente: ¿Por qué no hay un registro de datos suficientemente preciso como para identificar el contexto en que esos femicidios se perpetraron?

La respuesta obligada es que los datos no se consignaron desde una mirada incluyente de la perspectiva de género, pasándose por alto especificidades que tienen que ver con un tipo de violencia contra la mujer que se encuentra lamentablemente naturalizada. De este modo, los datos terminan resultando insuficientes y poco esclarecedores.

Se podría llegar a pensar que incluso en aquellos homicidios dolosos en los que no se investigó el contexto podría haberse tratado de un femicidio no debidamente identificado.

Sin embargo, lo que sí puede adelantarse es la comprobación de que en los homicidios dolosos de víctimas mujeres, alrededor del 50% de los casos corresponde a un femicidio y este porcentaje no ha disminuido a pesar de las distintas medidas de seguridad o de las leyes sancionadas. El gravísimo problema se ha mantenido estable y en algunas comunas recrudece regularmente.

Llegado este punto es posible concluir que tratar el fenómeno del crimen de género sólo con medidas de seguridad como prohibición de acercamiento o contacto, o sistemas de prevención como el botón de pánico ha sido insuficiente e ineficaz para evitar los resultados, puesto que en la mayoría de los casos la víctima ya había formulado denuncias y habían recibido esas medidas.

Tampoco ha dado resultado la inclusión en del Código Penal del femicidio dentro de los homicidios agravados sancionada en 2012, aunque debe reconocerse que la conducta de quien comete el delito aprovechándose de la relación que mantiene con una mujer o mediare violencia de género merece pena mayor que el homicidio simple.

No obstante, la respuesta de la sociedad política sólo ha sido el llamado punitivismo, que crea una falsa sensación de seguridad ya que como sostiene Rita Segato “la ley no alcanza real vigencia si no obtiene eficacia simbólica, retórica, poder de convencimiento, capacidad de persuasión y disuasión”. (6)

Es verdad que la ley no alcanza como lo confirman la frecuencia con que lamentamos los casos de femicidio que se replican año tras año. Y también es cierto que la ausencia de esta perspectiva afecta el desempeño de los operadores judiciales y los miembros de nuestras fuerzas de seguridad que distan de realizar una reflexión seria sobre la influencia del género en los delitos.

Debemos esforzarnos por conocer cada vez más la matriz de violencia que los origina y reproduce abrevándonos de los estudios que los especialistas de distintas disciplinas realizan sobre el tema.

En lo que a nosotros concierne, debemos exigir que estas herramientas estadísticas de las que nos valemos para evaluar la situación del delito en la ciudad, se realicen incorporando criterios de diferenciación del femicidio como homicidio de género, respecto de los demás homicidios dolosos. La publicación de estos criterios se vuelve imprescindible para la eficacia de nuestros informes.

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(1) En el año 2016 se transfirió la función de seguridad del Gobierno Federal a la Ciudad de Buenos Aires, creándose a partir de ello la Policía de la Ciudad. 

(2)  “Declaración sobre el Femicidio”: “La muerte violenta de mujeres por razones de género, ya sea que tenga lugar dentro de la familia, unidad doméstica o en cualquier otra relación interpersonal, en la comunidad, por parte de cualquier persona, o que sea perpetrada o tolerada por el Estado y sus agentes, por acción u omisión”

(3) Principios Fundamentales de las Estadísticas Oficiales de las Naciones Unidas, 3 encaminados a garantizar la calidad, confiabilidad, coherencia y oportunidad de la información estadística. Centro de Excelencia para Información Estadística de Gobierno, Seguridad Pública, Victimización y Justicia (CdE) de la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (UNODC).

(4) En este trabajo consideramos que travesticidio/transfemicidio “es la expresión más visible y final de una cadena de violencias estructurales que responden a un sistema cultural, social, político y económico vertebrado por la división binaria excluyente e0233jemb tre los géneros”. Blas Radi y Alejandra Sardá-Chandiramani (2016); “Travesticidio / transfemicidio: Coordenadas para pensar los crímenes de travestis y mujeres trans en Argentina”; publicación en el Boletín del Observatorio de Género de la Ciudad de Buenos Aires; https://www.aacademica.org/blas.radi/14.pdf.

(5) La Comuna 1 está integrada por los barrios de Retiro, San Nicolás, Puerto Madero, San Telmo, Monserrat y Constitución. La Comuna 2 corresponde al barrio de Recoleta. La comuna 3 está conformada por los barrios de San Cristóbal y Balvanera. La Comuna 4 es integrada los barrios de La Boca, Barracas, Parque Patricios y Nueva Pompeya. La Comuna 8 abarca los barrios de Villa Soldati, Villa Riachuelo y Villa Lugano. La Comuna 9 integra los barrios de Parque Avellaneda, Liniers y Mataderos. La Comuna 10 está conformada por los barrios de Villa Real, Monte Castro, Versalles, Floresta, Vélez Sarsfield y Villa Luro. La Comuna 13 integra a Belgrano, Núñez y Colegiales. La comuna 14 concentra el barrio de Palermo. La Comuna 15 está integrada por Chacarita, Villa Crespo, Paternal, Villa Ortúzar, Agronomía y Parque Chas.

(6)  Segato, Rita La guerra contra las mujeres. Prometeo Libros “ 2da Edicion CABA 2018. Pag. 210.

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